Era algo casi obligatorio. Si escribía un blog sobre Coslada tenía y quería hablar sobre la trama que ha empañado aún más la fama del municipio. Siempre que la gente que no conoce Coslada hablaba de ella, le trataba como una ciudad marginal, en la que sólo hay vandalismo, chicos que buscan líos, delincuencia...La operación Bloque no ha ayudado para nada a lavar la imagen de la ciudad. Trataré de aclarar ciertos temas de la operación.
El 8 de mayo del 2008 detuvieron a 26 agentes de la Policía Local de Coslada en la llamada operación Bloque por extorsionar a bares y comercios de la localidad y por coaccionar a prostitutas. Entre los detenidos se encontraba Ginés Jiménez Buendía, jefe de la Policía local de Coslada durante 22 años, en los que se ha prodigado en los medios y se ha enfrentado a concejales de Seguridad y alcaldes.
Ginés nació en Alcantarilla (Murcia) hace 52 años. Está casado y es padre de dos hijos. Desde 1986 es oficial jefe de la Policía Local de Coslada. En todos estos años no ha dejado nunca que los partidos en el poder, de ningún signo político, le impusieran un criterio a la hora de dirigir las actuaciones de su plantilla. Han gobernado distintos partidos, y ni IU, ni el PSOE, ni el PP, ni la PIC han podido. Ni siquiera permitió que se creara por encima de su puesto un mando superior al que rendir cuentas, como podría ser el cargo de director de Seguridad.
En estos años, Ginés Jiménez ha mantenido desencuentros con todos los concejales de Seguridad, siendo sancionado con suspensión de empleo y sueldo en varias ocasiones entre 1999 y 2003. Ante esto, su respuesta fue inmediata: presentar una denuncia contra el entonces alcalde de la ciudad.
Se le conocía por su pasión mediática, siendo él mismo el encargado de redactar numerosas notas de prensa sobre las actuaciones de sus agentes, vanagloriándose en repetidas ocasiones del bajo índice de delitos registrados en la ciudad. Llegó a ser colaborador en un programa de una televisión pública durante una larga temporada.
“Soy muy transparente con la prensa porque los ciudadanos tienen el derecho de enterarse de lo que pasa en su ciudad, es un error que algunos cuerpos policiales oculten información a los medios”, aseguró en varias ocasiones.
Presumía de cómo habían incrementado los recursos y funciones de los agentes de la Policía Local desde su llegada. Se encontró en 1986 con 40 agentes y ahora estaban bajo su mando 148.
Ginés Jiménez fue elegido presidente de la Federación de Asociaciones de Jefes de Policía Local de España en 1994 y reelegido para este cargo en 2006. Durante su larga trayectoria en Coslada, acumuló varias denuncias, ninguna suficiente para apartarle del puesto.
En enero de 2003 la Audiencia de Madrid le absolvió de los tres delitos de detención ilegal de los que estaba acusado al considerar el tribunal que no se había acreditado que participara en la detención de tres personas en marzo de 1995.
Actualmente, Ginés Jiménez Buendía, permanece en prisión acusado, entre otros delitos, de extorsión, amenazas y prevaricación. También continúan en la cárcel otros tres agentes.
Buendía también daba cobertura a las supuestas mafias de origen búlgaro y rumano que abastecen de porteros a las discotecas más afamadas de la capital.
El 8 de mayo del 2008 detuvieron a 26 agentes de la Policía Local de Coslada en la llamada operación Bloque por extorsionar a bares y comercios de la localidad y por coaccionar a prostitutas. Entre los detenidos se encontraba Ginés Jiménez Buendía, jefe de la Policía local de Coslada durante 22 años, en los que se ha prodigado en los medios y se ha enfrentado a concejales de Seguridad y alcaldes.
Ginés nació en Alcantarilla (Murcia) hace 52 años. Está casado y es padre de dos hijos. Desde 1986 es oficial jefe de la Policía Local de Coslada. En todos estos años no ha dejado nunca que los partidos en el poder, de ningún signo político, le impusieran un criterio a la hora de dirigir las actuaciones de su plantilla. Han gobernado distintos partidos, y ni IU, ni el PSOE, ni el PP, ni la PIC han podido. Ni siquiera permitió que se creara por encima de su puesto un mando superior al que rendir cuentas, como podría ser el cargo de director de Seguridad.
En estos años, Ginés Jiménez ha mantenido desencuentros con todos los concejales de Seguridad, siendo sancionado con suspensión de empleo y sueldo en varias ocasiones entre 1999 y 2003. Ante esto, su respuesta fue inmediata: presentar una denuncia contra el entonces alcalde de la ciudad.
Se le conocía por su pasión mediática, siendo él mismo el encargado de redactar numerosas notas de prensa sobre las actuaciones de sus agentes, vanagloriándose en repetidas ocasiones del bajo índice de delitos registrados en la ciudad. Llegó a ser colaborador en un programa de una televisión pública durante una larga temporada.
“Soy muy transparente con la prensa porque los ciudadanos tienen el derecho de enterarse de lo que pasa en su ciudad, es un error que algunos cuerpos policiales oculten información a los medios”, aseguró en varias ocasiones.
Presumía de cómo habían incrementado los recursos y funciones de los agentes de la Policía Local desde su llegada. Se encontró en 1986 con 40 agentes y ahora estaban bajo su mando 148.
Ginés Jiménez fue elegido presidente de la Federación de Asociaciones de Jefes de Policía Local de España en 1994 y reelegido para este cargo en 2006. Durante su larga trayectoria en Coslada, acumuló varias denuncias, ninguna suficiente para apartarle del puesto.
En enero de 2003 la Audiencia de Madrid le absolvió de los tres delitos de detención ilegal de los que estaba acusado al considerar el tribunal que no se había acreditado que participara en la detención de tres personas en marzo de 1995.
Actualmente, Ginés Jiménez Buendía, permanece en prisión acusado, entre otros delitos, de extorsión, amenazas y prevaricación. También continúan en la cárcel otros tres agentes.
Buendía también daba cobertura a las supuestas mafias de origen búlgaro y rumano que abastecen de porteros a las discotecas más afamadas de la capital.
También fueron acusados de blanqueo de dinero la mujer y el hijo del ex jefe de la policía de Coslada. No obstante, fueron puestos en libertad tras pasar varias horas detenidos por una investigación paralela a la Operación Bloque. "Les han emplazado para cuando sean citados" según dijo su abogado.
Desviando un poco la mirada de Ginés Jiménez, el número dos del jefe de la Policía Local de Coslada, daba protección a los ciudadanos rumanos investigados como miembros de una mafia de prostitución que operaba en el distrito madrileño de Vicálvaro y en el municipio de Coslada. Las pesquisas seguidas contra esta banda permitieron el desmantelamiento de la supuesta trama de corrupción policial después de que un grupo de prostitutas denunciara su existencia, según informaron fuentes policiales.
Carlos M.G., principal colaborador de Jiménez, protegía a uno de los integrantes de la mafia, de nombre Catalín, y a su esposa Andrea, que se encargaban de "cobrar por esquina" en el polígono de Vicálvaro donde las meretrices denunciantes ofrecían sus servicios. La mano derecha del jefe de la policía también era el valedor de los hermanos rumanos Iont y Francis Giurca, que tenían "su propia clientela" y colaboraban con Catalín en la recaudación del dinero.
El también detenido Adrián J.P. solía acudir de parte de Carlos al polígono para cobrar el dinero exigido a los rumanos por la protección ofrecida. A veces, el propio Carlos se desplazaba a la zona si las prostitutas se negaban a pagar las cuantías exigidas al margen de lo que tenían que dar a sus chulos.
Una vecina, dueña de un bar del municipio, comenta otro encuentro desafortunado con Ginés Jiménez: “A mí me ha pasado que policías locales hayan venido a meterse conmigo por pasarme cinco minutos de mi horario y tener que echar a la gente para que no me hagan nada… pero eso no pasa cuando es él el que se está tomando algo”. De hecho, La dueña de otro de los bares del centro del municipio ha explicado que el jefe de la Policía Local y varios de sus miembros "presionaban" a los responsables de los locales para que no cerraran a la hora reglamentaria cuando ellos estaban tomando algo en los mismos.
Cuando los vecinos de Coslada conocieron la detención del que hasta entonces era su jefe de Policía Local, junto a otros policías locales, por extorsión en bares de copas y comercios casi todos dijeron que “se veía venir”, ya que “la Policía actuaba de forma arbitraria” e “intimidaba a los dueños de los bares con los horarios de cierre”. Era algo que era sabido en Coslada desde hace mucho tiempo, pero la gente no encontraba cómo poder enfrentarse a tal poder.
Desviando un poco la mirada de Ginés Jiménez, el número dos del jefe de la Policía Local de Coslada, daba protección a los ciudadanos rumanos investigados como miembros de una mafia de prostitución que operaba en el distrito madrileño de Vicálvaro y en el municipio de Coslada. Las pesquisas seguidas contra esta banda permitieron el desmantelamiento de la supuesta trama de corrupción policial después de que un grupo de prostitutas denunciara su existencia, según informaron fuentes policiales.
Carlos M.G., principal colaborador de Jiménez, protegía a uno de los integrantes de la mafia, de nombre Catalín, y a su esposa Andrea, que se encargaban de "cobrar por esquina" en el polígono de Vicálvaro donde las meretrices denunciantes ofrecían sus servicios. La mano derecha del jefe de la policía también era el valedor de los hermanos rumanos Iont y Francis Giurca, que tenían "su propia clientela" y colaboraban con Catalín en la recaudación del dinero.
El también detenido Adrián J.P. solía acudir de parte de Carlos al polígono para cobrar el dinero exigido a los rumanos por la protección ofrecida. A veces, el propio Carlos se desplazaba a la zona si las prostitutas se negaban a pagar las cuantías exigidas al margen de lo que tenían que dar a sus chulos.
Una vecina, dueña de un bar del municipio, comenta otro encuentro desafortunado con Ginés Jiménez: “A mí me ha pasado que policías locales hayan venido a meterse conmigo por pasarme cinco minutos de mi horario y tener que echar a la gente para que no me hagan nada… pero eso no pasa cuando es él el que se está tomando algo”. De hecho, La dueña de otro de los bares del centro del municipio ha explicado que el jefe de la Policía Local y varios de sus miembros "presionaban" a los responsables de los locales para que no cerraran a la hora reglamentaria cuando ellos estaban tomando algo en los mismos.
Cuando los vecinos de Coslada conocieron la detención del que hasta entonces era su jefe de Policía Local, junto a otros policías locales, por extorsión en bares de copas y comercios casi todos dijeron que “se veía venir”, ya que “la Policía actuaba de forma arbitraria” e “intimidaba a los dueños de los bares con los horarios de cierre”. Era algo que era sabido en Coslada desde hace mucho tiempo, pero la gente no encontraba cómo poder enfrentarse a tal poder.
